Hola mamás, ya estamos de vuelta. Sé que nos hemos demorado un poco desde la última publicación pero retomamos esta aventura con las pilas bien cargadas. Hoy para reinaugurar el blog hablaremos de algo que todas me pedíais que hiciese: los talleres de lactancia. Para la que no sepa lo que es un taller de lactancia o un grupo de apoyo es un lugar donde se reunen las mamás para hablar de temas relacionados con la maternidad, no necesariamente con la lactancia, se tratan todo tipo de problemas que puedan aparecer en los primeros meses de vida del bebé.

La primera razón por la que debemos acudir a un taller de este tipo es por no sentirnos solas en el camino de la maternidad, porque es un camino precioso pero a veces tiene cuestas y se vuelve complicado. Nos ayuda a sentirnos comprendidas ante problemas que no parecen tales antes de tener un bebé, al estar todas en la misma situación nos entendemos todas casi a la perfección y mostramos una gran empatía entre nosotras. Dentro de este espacio hay cabida para tratar problemas que parecen normales y que hay que sufrir por el mero hecho de tener un bebito pero que si se está bien informada los podemos evitar y no tener que sufrirlos, como pueden ser las grietas, mastitis, malos enganches, ingurgitaciones, y muchas más pequeñas cosas que pueden desembocar en un abandono de la lactancia o en un gran sufrimiento tanto para la madre como para el hijo. 

Las madres nos encontramos muchas veces con que la gente que nos rodea nos dá su opinión sobre todo lo que tiene que ver con nuestro hijo y cuando estamos tan vulnerables nos puede afectar mucho y bloquearnos hasta tal punto que al final hacemos lo que nos dicen los demás y dejamos al margen nuestras propias creencias para hacer lo que nos dice el resto. Por ejemplo:  "No cojas al niño que se va a acostumbrar" , "Déjale que llore que ensancha los pulmones", "Si le metes en tu cama estás perdido", "Tienes poca leche", "Para qué le das la teta si ya no le alimenta"... ¿Os suena alguna? Pues en el grupo lo compartimos y nos reímos de ello, y nos hacemos fuertes para criar a nuestros hijos como queremos nosotras, no como nos dicen los demás.

Otro de los momentos clave para una mamá es la vuelta al trabajo, es algo durísimo, nos dá una pena tremenda dejar a nuestros hijos, en el grupo nos apoyamos y nos comprendemos y así nos animamos. Podemos ayudarnos a seguir con la lactancia aun trabajando fuera de casa, o en su defecto conseguimos que el destete no resulte tan doloroso como sería si lo hacemos sólas.

Compartimos las malas noches, los gases, los cólicos, los llantos, las preocupaciones, los trucos y un sin fin de cositas del día a día, eso sí, por encima de todo compartimos el amor incondicional hacía nuestros bebitos y la felicidad que nos inunda en esta etapa de nuestras vidas. 

Antes de terminar quería hacer un llamamiento a las mamás que alimentan a sus niños con leche artificial, que sois más que bienvenidas a los talleres de lactancia porque sois mamis :). Así que ya sabes, si eres mamá o lo vas a ser únete a un grupo de apoyo, todo se volverá más sencillo.

Por último quiero agradecer a mis "mamis geniales" todo el apoyo y la ayuda que me han prestado durante estos dos años de mi aventura maternal, sin ellas no habría disfrutado tanto de mi enano ni habría descubierto mi verdadera vocación. Me encanta recibir vuestro cariño y espero de todo corazón que os llegue el mío.¡¡¡ Mil gracias chicas!!